jueves, agosto 14, 2008

De Pers vuelve a poner al pueblo neerlandés en su sitio...

Según una encuesta del CBS [Oficina Central de Estadísticas] (el llamado Nationale Kiezersonderzoek [Encuesta Nacional del Electorado]) la población neerlandesa casi no tiene confianza alguna en los políticos. Así el 93% está convencido de que los políticos sólo mienten lo que sea.

El periodiquito De Pers no sería De Pers si no añadiera algún mensaje propagandístico sabio (léase: asquerosamente derechista), porque el 'gobierno' a pesar de todo sigue -según esta publicación, que cuenta con la ayuda del archiconservador Hans Wiegel para manchar su papel- la opinión de la mayoría de la población (el 91%) en que no se termine con la deductibilidad fiscal del interés hipotecario, que (el 85%) no se prohiba el matrimonio entre homosexuales o que (el 76%) no se bajen los impuestos. (De Pers, anoche)

No suena mal esta historieta, pero sienta como a Cristo un par de pistolas. Ya de antemano la posibilidad sería microscópica que Balkenende hubiera decidido diferentemente de lo que quiere la mayoría susodicha. Escribidor Dirk Jacob Nieuwboer de De Pers sin embargo termina su rollo con: "si a los neerlandeses se les sigue tan a menuda, ¿de qué se quejan entonces en realidad?"

Permítaseme que dé unos ejemplos: las innumerables mentiras de Wouter Bos (como que el PvdA se haría cargo de un nuevo referendum si la 'constitución' europea se volviera a presentar), la promesa de Balkenende repetida año tras año de que 'para el año que viene' el poder adquisitivo mejoraría (lo 'dulce después de lo ácido' como lo sigue formulando tan culinariamente), la mentira con la que se nos impuso el Euro con un cambio muy desfavorable (cuyas consecuencias todavía se sienten cada día), la destrucción del estado providencia, precisamente en los terrenos donde más falta hace (la sanidad, ayuda de la tercera edad), las privatizaciones (hasta de los hospitales).
O las machaconerías del ministro Donner sobre las reivindicaciones (absolutamente justificadas) de los sindicados de aumentos salariales del [±] 3%, mientras que los parlamentirosos se habían autoadjudicado aumentos del 30% y los ministros del 10% (con la posibilidad de atribuirse el 20% más)...

¿Cómo se puede esperar que la población tenga confianza en una camarilla que se enriquece a sí misma, que en lugar de defender los intereses de toda la población sólo se preocupa por los intereses de los grandes ladrones, los inútiles de la sociedad (accionistas, altos cargos, comisarios y esa clase de chupasangres) - y (¡claro está!) - por sus propios intereses, pero eso es más o menos lo mismo...

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