En los primeros días de septiembre de 2.008 un conductor de autobús fue amenazado y atracado en el barrio Oosterwei de la ciudad de Gouda. Ya antes había habido problemas causados por jóvenes (de origen marroquí), que habían tirado piedras y manzanas y que habían tirado del freno de emergencia.
A pesar de las muchas cosas que sí funcionan bien en Gouda, el incidente fue abultado, en lo que sobre todo el diario De Telegraaf no reparó en sobre todo llamar la atención al hecho de que se trata de "jóvenes marroquíes".
Más información se puede encontrar en un artículo del NRC/Handelsblad del 23 de septiembre de 2.008.
Se prestó tanta atención a la descendencia marroquí de estos jóvenes, que se llegó a realizar un auténtico debate en el parlamento, en el que florecía la xenofobia y se propusieron varias medidas dracónicas, hasta llegarse a proponer castigos para los padres de los jóvenes problemáticos. Esto llegó al punto de que el 7 de octubre el alcalde de Gouda pidió a los políticos de La Haya que redujeran el tono "a proporciones algo más normales".
Jan Stikvoort (comandante del cuerpo de policía de la región Hollands-Midden) opina que la Segunda Cámara [el parlamento] ha hecho demasiado ruido del incidente de Gouda: "Ya estoy harto de los políticos que aumentan enormemente algo pequeño para después decir que la policía no trabaja bien.''
Según Stikvoort los parlamentarios abusan este incidente para apuntarse tantos ante el electorado. Opina que en su región hay muchos más problemas causados por 'jovenes rurales autóctonos que esnifan, se pinchan y se emborrachan'. (Het Parool de hoy)
Y eso que los jóvenes autóctonos no se limitan a 'esnifar, pincharse y emborracharse'.
Así el viernes 24 de octubre un 'pequeño grupo de jóvenes' (como aquí no se indica su nacionalidad, es inevitable que se trata de jóvenes de descendencia neerlandesa) maltrató una 'mujer psíquicamente menos capacitada de 20 años' en Borne, su domicilio. Despues de insultarla, luego le dieron patadas y la golpearon hasta que cayera de su bicicleta. (Provinciale Zeeuwse Courant del 28 de octubre)
En septiembre fue atracado un conductor de autobús de Rotterdam. Despues de atracarle, le robaron unos 400 euros y le maltrataron gravemente. Aquí se trató de cinco jóvenes rotterdameses de 19 a 22 años de edad. Afortunadamente los filmó una cámara de seguridad. (Leeuwarder Courant de ayer).
Muy curiosamente hasta ahora no he visto ni oído nada sobre un debate parlamentario sobre el mal comportamiento de los jóvenes de origen neerlandés...
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