
Los obispos, refiriéndose a la nueva ley, hablan de una "fuente envenenada de inmoralidad e injusticia". Sin embargo, al respecto de 'inmoralidad e injusticia' yo más bien pienso en la actitud de algo más que el último milenio de parte de la iglesia católica, que sigue pensando que -basándose en una vieja colección de cuentos- tiene el derecho de dirigir el mundo entero, opinando que tenía el derecho de matar a personas que no estaban de acuerdo con las ideas de Roma sobre el cristianismo; opinando que la esclavitud era justificada, porque los negros serían una clase inferior de humanos (y además paganos); y que era tan cínica que después del año 1945 ayudaba a muchos criminales de guerra alemanes a escaparse de sus castigos supermerecidos, transportándoles ilegalmente a Latinoamérica.
La diferencia reside probablemente en el hecho de que los óvulos fecundados sean "seres indefensos (ABC del 19 de junio). Los musulmanes en los tiempos de las cruzadas, los herejes en los tiempos de la inquisición y los esclavos de hace unos pocos siglos por supuesto no eran 'indefensos', porque se podían 'defender' contra sus enemigos fuertemente armados - por eso ya no hacía falta que les protegiera la iglesia católica.
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