El Algemeen Dagblad informa hoy que el RVD (el Rijksvoorlichtingsdienst, literalmente Servicio para Información del Estado [en general sólo sirve para desmentir información sobre la monarquía y para ensalzar su enorme interés para el país]) ha confirmado que cuatro "príncipes" y sus parejas tienen un permiso especial de aparcamiento (para médicos, asistentes sociales, etc.), con el que pueden aparcar en toda Amsterdam. Efectivamente, "príncipes" entre comillas, porque ¿qué hace especial a esa gente? Nacieron como cualquier persona y también se morirán como cualquiera. Sólo tuvieron la ventaja de no nacer en un humilde piso sino como hijos de otra persona que también por alguna absurda estupidez es considerada superior a los demás. Si cagan apestan tanto como cualquier otra persona.
Para toda claridad, si ya tienen alguna característica social, sólo es porque se ayudan unos a otras, y no porque sean lo que se entiende por un 'asistente social'.
Por lo visto el ayuntamiento de Amsterdam considera a esa gente tan importante que se 'merezcan' preferencia. Se dice que sería por motivos de seguridad. En tal caso les recomendaría que no se presentasen en Amsterdam si no quieren cargar con las consecuencias de estar allí. Cuanto yo tengo que hacer algo en Amsterdam, por todas partes corro el riesgo de que se me robe la cartera, porque por necesidad tengo que utilizar repletos tranvías o metros, y allí tampoco se puede hablar de 'seguridad'. Esa gente tan fina probablemente ni siquiera sabe lo que pasa en la vida real (¡y no en la 'real'!). Tal vez no les iría mal que se dieran cuenta de lo que tenemos que aguantar los ciudadanos normales.
Por eso (y no sólo por eso) pues: fuera la monarquía y todos los privilegios que vienen con ella. Que trabajen como la gente normal, y si no trabajan pueden solicitar una prestación social (y no una como la de Bea de un millón o por allí, sino una que sirve justo para que no se mueran de hambre).
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