domingo, febrero 07, 2010

¡Sin sentido de la realidad, sin sentido del humor, y estúpido!

La Agencia Tributaria neerlandesa alertó a la población (según una noticia de la cocina de la ANP en p.e. el Nederlands Dagblad del 26 de enero de este año) de cartas sobre un "impuesto de datos personales" que sería retenido automáticamente, y que era necesario para combatir el terrorismo, ya que en este marco se había de registrar y archivar cada vez más datos personales, lo que lógicamente trae consigo más gastos. Hacienda ha presentado una denuncia por estafa y advierte al público que no transfiera dinero.

Nadie se sorprenderá de que en el régimen neerlandés, hinchado de cristianofundamentalismo calvinista, nadie puede apreciar el (trágico) humor de esta -muy acertada- acción, que había sido ideada por unos estudiantes de la "Universidad Avans". La carta había sido enviada a 40 direcciones en la provincia del Brabante (Brabants Dagblad, 28 de enero de 2009) y ya eso causó esa reacción pavloviana de pánico en Hacienda.

Y eso que no hubo ningún motivo para accionar. Sobre todo la denuncia por estafa y la adventencia de no transferir dinero no viene a cuenta, ya que no se había pedido dinero a nadie - al contrario: el dinero sería retenido automáticamente.

Lo más trágico es que la carta no dice nada menos que la amarga verdad. Véase como se quiera, tenemos que pagar los gastos de la paranoia inventada por las autoridades y de los continuos ataques a nuestra vida privada. Esos gastos son pagados de las arcas del estado, o sea de los impuestos pagados por nosotros, y son por consiguiente retenidos automáticamente.

¿No ha llegado en realidad la hora para presentar una denuncia por estafa contra el régimen neerlandés, que nos saca cada vez más dinero de los bolsillos con sus historietas exageradas y sus mentiras? Recordad p.e. la "existencia" de armas de destrucción masiva en Irak, la "necesidad' de la línea ferrea por la región de la Betuwe y de los archivos centrales de nuestras huellas dactilares, las tonterías sobre el envejecimiento de la población neerlandesa, o las ayudas de miles de millones para los bancos (que sin remordimiento siguen pagando bonificaciones a sus directores) .

No hay comentarios: