Tal como se nos presentan las cosas ahora, no habrá que discutir ya sobre una prologación de la 'misión' neerlandesa en Afganistán. Antes de finales del año 2010, continuando con sus 'bombardeos de precisión' todos los afganos habrán sido masacrados por el ejército estadounidense y la legión extranjera de EE.UU, la OTAN, dentro de la cual los soldaditos neerlandeses se distinguen por su combinación extremadamente eficaz de destrucciones, matanzas y (según nos quieren hacer creer) reconstrucciones. Es obvio que no tiene sentido distinguir allí entre los Taliban y los demás afganos, porque a base del derecho de la guerra la población de cualquier país ocupado tiene el derecho de resistirse de todos los modos posibles a una fuerza ocupadora.
Y antes de que nadie me suelte la historieta de que EE.UU. han ocupado Afganistán a solicitud del 'gobierno' de Karzai, que se limpie la boca enseguida con ácido sulfúrico, porque lo que la prensa occidental llama un 'gobierno' no es más que un títere de Estados Unidos (Karzai), con alrededor suyo una banda de simpatizantes, aprovechadores y criminales.
El comandante neerlandés de las fuerzas armadas, el general Van Ulm, se defendió contra la acusación de la matanza en la que este último miércoles se asesinaron otros nueve ciudadanos afganos, alegando que el piloto "había respetado todos los procedimientos' (NRC, hoy), pero está claro que eso no quiere decir nada. Más bien se nos impone ahora la necesidad de analizar esos procedimientos. Si estos exigen que han de ser exterminados todos los afganos, por lo visto todo está en orden (en la lógica de Van Ulm). Cabe enfatizar que esta última matanza tuvo lugar en el marco de un 'bombardeo de precisión', lo cual indica que por lo visto precisamente tenían la intención de asesinar a esos ciudadanos.
El militar profesional [neolengua por 'asesino pagado'] Van Ulm hasta se atreve a afirmar que las víctimas tienen la culpa de las masacres: "Es profundamente triste que en parte por el comportamiento de los Taliban haya víctimas. Eso demuestra una vez más que el enemigo no respeta ni a dios ni al diablo"... Los simples lectores de periódico neerlandeses probablemente no se preocuparán mucho por analizar la situación, pero es importante saber que son precisamente las fuerzas ocupantes, los que no respeten nada, y mucho menos los derechos de la población afgana. No tienen ningún derecho ni deberían de tener ninguna necesidad de estar en Afganistán, y la sangre de cada soldado occidental matado (¡y de cada afgano masacrado!) mancha las manos de los regímenes dirigidos por Balkenende, Obama, Zapatero y todos los demás cómplices de los crímenes perpetrados en Afganistán, por su apoyo a las guerras colonialistas de Estados Unidos.
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