En sí creo que hasta cierto punto puedo estar de acuerdo con la idea de Arnold Schwarzenegger de que a todos los que en Estados Unidos son perseguidos judicialmente por haber tenido sexo con menores de edad sean procesados por 'delito sexual', también el director de cínema Roman Polanski . (Trouw y La Vanguardia de ayer)
Aquí no quiero profundizar en el repentino arresto de Polanski (más de 30 años después de los hechos, aunque sean muy dudosos), ya se escribe más que suficiente sobre ello en la prensa, y en todas las tonalidades.
Lo que sí espero es que Schwarzenegger ahora también se va a esforzar para que se persiga con severidad a los numerosos sacerdotes que en las últimas décadas han acosado y violado a menores y que hasta ahora han conseguido salvarse de persecución por truquitos como transferencias a otras diócesis o por una combinación de dinero y la obligación de guardar silencio.
Y tal vez, pero no es más que una simple idea, haría mucha más falta que Schwarzenegger se preocupara por los numerosos criminales de guerra que aún andan sueltos en EE.UU. En este contexto pienso p.e. en personas como los Georges Bush, Donald Rumsfeld, Dick Cheney, Paul Wolfowitz, y -¿por qué no?- con ocasión de su próxima visita a EE.UU. Balkenende, Tony Blair, Karzai y otros tantos de esos personajes repugnantes, tales como muchos políticos israelíes quienes, como si no pasara nada, continuan con su propia Endlösung, su Solución final, el exterminio del pueblo palestino...
Arnold no hace falta que me mande una confirmación. Ya lo leeré en los periódicos cuando se va a esforzar activamente para un mundo mejor...
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