Hoy, el papa Maledicto se ha pronunciado sobre los abusos de niños por sacerdotes y otros faldas-negras de su secta. En su sermón se ha basado en las palabras de su gran (y tan abusado, por la iglesia católica y por la gran mayoría de las sectas protestantes) profeta Jesucristo, de que quien está libre de pecado, tire la primera piedra. (El País, hoy)
Estoy seguro que hay muchísimos libres de pecados: todos los que no son de su superstición lo somos, ya que no podemos pecar, aunque sí cometer delitos y crímenes, pero de esos no habla el papa Rata.
Si el principal responsable de la iglesia católica -y además en su tiempo director de la sucesora de la Inquisición, la actual Congregación para la Doctrina de la Fe, que decretó que se taparan los abusos de niños (New York Times, 12 de marzo de 2.010) invita a los sin-pecados, creo que hemos de aceptar su invitación. Si Jesucristo ya aceptó ser crucificado por un crimen inventado, me parece sólo lógico que el máximo sacerdote de la secta de Roma acepte su castigo. Para que no se tenga que desplazar mucho, le sugiero la Plaza de San Pedro de Roma. Puede informarnos por la prensa y por la Radio Vaticana sobre la fecha y la hora en que se presenta allí para que los sin-pecados (y -añadiría yo- los que no abusamos a niños) nos reunamos allí para tirarle piedras...
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