Hace algún tiempo me pregunté (en mi artículo ¿Qué valor tiene Obama para la humanidad? del 28 de febrero de este año) de qué nos iba a servir el nuevo presidente estadounidense. Cada vez se hace más patente que mis sospechas de que no cambiaría mucho en comparación con el régimen del dictador (por llegar al poder fraudulentamente) George W. Bush. Sólo cito unos ejemplos:
Obama empieza a volverse atrás de sus promesas para una política con más respecto para el medio ambiente (ver el New York Times del 10 de abril de 2009).
Tanto antes (p.e. Jerusalem Post del 27 de febrero de 2008 y Haaretz del 11 de mayo de 2008) como después de su elección (PressTV, 24 de abril de 2009) se ha puesto del lado de Israel. Los suministros de armas a Israel continúan sin problemas (Moqavemat, 5 de abril de 2009). Aunque pronuncie palabras devotas sobre un estado palestino (Reuters, 21 de abril 2009), la construcción de las colonias israelíes en los territorios palestinos no se ha suspendido.
Obama ha prometido que los soldados estadounidenses serán retirados de Irak, pero eso ya lo había prometido también George W. Bush. Mientras tanto el comandante superior de esos soldados, el general Ray Odierno, ya ha comunicado que sería irresponsable retirar el ejército estadounidense (¿tal vez porque está llevando una vida de lujo en una de las casas de campo de Sadam Hussein?) (véase el Times del 9 de abril de 2009). Sin embargo no hace falta que nos preocupemos por la seguridad en Irak, porque Hillary Clinton ya ha prometido que Estados Unidos no van a abandonar Irak (NRC del 25 de abril de 2009). No hace falta que nos sorprenda su afirmación, porque no habrán construído un enorme complejo en Bagdad porque sí (Vanity Fair de noviembre de 2007).
Por otro lado la guerra en Afganistán se prolonga con mayor intensidad (p.e. Clarín del 27 de marzo de 2009), con la 'aprobación' del post-fascista Aznar (véase en Público del 2 de enero de este año). Los intereses petroleros de EE.UU. por lo visto son más importantes que la libertad de los ciudadanos afganos (Daily News del 13 de septiembre de 2002), por mucho que aquí se trate de una vulgar guerra colonial, que no tiene que ver nada con Al Q'aida. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 al máximo son una excusa, de la que Bush se ha aprovechado agradecido para atacar. La guerra ya había sido planeada antes (ver The Guardian del 22 de septiembre de 2001, dos semanas antes del principio de los bombardeos estadounidenses).
Pero para procurar que no sólo nos preocupemos por los lados negativos de la presidencia de Obama, también se nos informa ampliamente sobre su perro (p.e. en el New York Times del 12 de abril o La Vanguardia de la misma fecha)...
P.D.: para toda seguridad (siempre hay gente que quiere comprender mal las cosas): con el título de este artículo ¡no tengo ninguna intención racista!
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