No es que eso justificarara la existencia de una ONU paralítica, pero la reciente cumbre antirracista (al menos la razón que ha citó el ministor neerlandés de asuntos exteriores, Maxime Verhagen, para justificar el boicot neerlandés) sí nos brinda una oportunidad para comprender el valor que para el régimen neerlandés tiene la Verdad.
Es que Verhagen cita como una de las razones para no participar que "un número de países abusa la cumbre para poner la religión por encima de los derechos humanos y para restringir innecesariamente la libertad de expresión [...]" (véase p.e. De Pers del día 19 de abril de 2009).
Y eso ¿no es exactamente lo que están intentando conseguir los sectores cristianofundamentalistas del régimen neerlandés, limitando por motivos religiosos el derecho al aborto y a la eutanasia (y si les fuera posible prohibirlo), e intentando penalizar lo que ellos llaman la blasfemia. Y tampoco me extrañaría que su apoyo ciego de Israel en gran parte se basa en su adoración ciega del Antiguo Testamento.
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