lunes, diciembre 07, 2009

Preocupación falsa (artículo copiado de «Rode Morgen»)

El siguiente comentario se publicó en la edición de diciembre de 2009 de la revista Rode Morgen:

Son los grandes monopolios de toda Europa los que se esfuerzan por conseguir que aumente la edad para la jubilación. Son ellos los que quieren que se incremente el número de los desempleados, a fin de empeorar las condiciones laborales. Son ellos los que quieren pagar menos cotizaciones para las pensiones. Son ellos los que quieren que haya menos gastos sociales desde las arcas del estado, para que aún les quede más para robar.

Con la ayuda de científicos y los medios de comunicación intentan engañar a los trabajadores: por el envejecimiento las pensiones no se podrían pagar, y no se puede permitir que la juventud tenga que hacerse cargo de estos gastos, etcétera.

Pero el envejecimiento se puede pagar sin problemas por el crecimiento anual de la productividad de los trabajadores. En cada sector, en cada empresa y en cada institución, los trabajadores pueden señalar, basándose en sus propias experiencias, cómo año tras año se ha de producir más con menos mano de obra. Con la automatización, ordenadores, una mayor carga del trabajo y la flexibilidad: cada vez una mayor producción con menos trabajadores. No es que el envejecimiento sea impagable, es que los monopolios quieren quedarse con el restultado de esta mayor productividad para sí mismos.

Y luego dicen que están preocupados por la juventud....

En cada país donde sube la edad para la jubilación, resulta que precisamente son los jóvenes los que tienen que pagar los platos rotos: son sobre todo los jóvenes quienes tienen que trabajar durante más tiempo.

Ya ahora el capital monopolista está explotando tanto a los jóvenes, que les resulta casi imposible construirse un futuro. Un joven hoy en día tiene que trabajar para una limosna: como estudiante en prácticas con una remuneración mínima, o manteniendo su subsidio de auxilio social, o con un salario mínimo para menores de 23 años o en escalafones especiales para jóvenes. Y después de las prácticas, si tiene suerte, le espera un contrato para un año o trabajo interino o eventual.

Y luego, cuando según el convenio colectivo o la ley el joven debería de obtener el derecho a un contrato fijo, se le despide para emplear a otro joven más barato. Y esta práctica poco a poco se está extendiendo a toda la población trabajadora.

La preocupación por la juventud no es nada más que pura hipocresía. Quien está realmente preocupada por el futuro de la juventud, tendrá que luchar por:

Igual sueldo para igual trabajo y empleos fijos para los jóvenes!



Traducido por Entrelector; publicado con permiso de la redacción.

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