Cuando la religión y la política viajan en el mismo carro, los viajeros piensan que nada los puede retener. Su curso se hace desenfrenado - más rápido, más y más rápido. Pierden de vista toda idea de obstáculos y no se acuerdan de que un abismo no se anuncia a los que viajan de prisa y corriendo, hasta que no sea tarde (refrán de la novela Dune de Frank Herbert).
Después de muchos siglos de dominio y represión cristócratas en la Europa Occidental (y no olvidemos las Américas), uno puede esperar que ese abismo se vaya a presentar un día de estos...
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