Gracias a las técnicas modernas el Spits puede hoy publicar otra carta firmada por Calvo Sotelo, a pesar de haber sido asesinado hace ¾ de siglo. No es una carta que causa alegría. Léedla:
Con una alegría frenética los okupas y demás escoria reaccionaron a la muerte de Augusto Pinochet. En internet se ven fotos en las que tipos guarros beben de una botella de champán después de oir la 'buena noticia'. Es lógico que estén contentos: es que el ex-presidente chileno era el hombre que derrocó el régimen de su héroe Salvador Allende. Hace poco se supo que este marxista trabaja para la KGB, el servicio secreto ruso. Pinochet consiguió salvar su país del chaos; por eso se merece una despedida más digna.
Ahora comprendo póstumamente porque tuvo que ser asesinado Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936, a escasos días antes de estallar el golpe de estado de otro 'salvador', Francisco Franco.
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