La tarjeta inteligente para el transporte público [neerlandés], para la que mientras tanto ya se han gastado muchos millones de euros (del bolsillo de los contribuyentes), ha de ser capaz de toda clase de cosas. Así p.e. ha de estar provisto de muchos detalles personales del usuario, para que NS [la compañía neerlandesa -¡privatizada, claro está!- de las vías férreas] nos pueda molestar con SPAM personalizado.
Lamentablemente los programadores son tan malos (o estúpidos, o incapaces, o cualquier otra cosa - utilizad vuestra propia imaginación) que ni siquiera saben incluir una opción (¿o acaso no se lo permitió?) para que el programa recordara que uno compró un billete de A a B, de modo que se le pueda vender el billete de vuelta con un descuento (en el curso del mismo día, como es normal para un viaje de ida y vuelta).
Es que el precio se calcula por trayecto. (Het Parool, anoche).
Según John Krijgsman (portavoz de NS, digamos 'No Service'): "Los billetes de ida y vuelta subiran con un pormedio del 6%." (Metro, edición impresa de hoy)
Ya que se calculan por trayecto separado, es muy probable que para los viajes que exigen un transbordo (de un andén a otro, o tal vez incluso de un tren a otro - todo depende de dónde se coloca el lector de las tarjetas, en las puertas del tren o en la entrada/salida del anden) el precio subirá mucho más que ese promedio del 6%. Todo depende de cómo se calcula (y define) un viaje...
Hace casi año y medio ya escribí sobre el robo "legal" por medio de la tarjeta inteligente para el transporte público en mi artículo Tarjeta inteligente para el transporte público - ¿timo o espionaje?
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