El presidente estadounidense Barack Obama considera a los Países Bajos como un paraíso fiscal y está considerando medidas en el marco de sus acciones para combatir la evasión fiscal. La embajada neerlandesa está "muy sorprendido" de que los Países bajos con su tarifa del 25,5% sean considerados un paraíso fiscal. (NRC, hoy)
Como servicio a la verdad le explicaré un poco a la embajada lo que hace unos años tramó una de las anteriores bandas de Balkenende.
De Volkskrant informó el 24 de octubre de 2006 que unos meses antes se había originado inquietud en los Países Bajos, después de que el impuesto sobre sociedades había sido reducido [del 29,6%] al 25,5%. Había quien tenía miedo de imposición especiales para empresas japoneses que estaban ubicadas en los paraísos fiscales. El porcentaje clave que se utiliza en el Japón, es del 25% y por consiguiente, según Joop Wijn, el entonces ministro de asuntos económicos "los Países Bajos [están] bien en el Japón con ese medio por cien de diferencia".
Más adelante Jan-Kees de Jager (secretario de estado de Finanzas, del partido CDA) tenía la intención de reducir más aún el impuesto sobre sociedades, pero su copartidario De Nerée le señaló que eso bien podría llevar a problemas internacionales, porque el Japón considera a los 'países con un impuesto sobre sociedades bajo el 25,5% como paraísos fiscales'. En estos casos se les pueden imponer sanciones a sucursales en estos países de empresas japonesas. (Elsevier, 27 maart 2007).
Obama por consiguiente ciertamente no es el primero que considera a los Países Bajos como un (casi-)paraíso fiscal. Cierta modestia (y una advertencia al régimen neerlandés) hubiera honrada la embajada.
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