viernes, mayo 16, 2008

¿Papel y lapiz, o terminaremos todavía con urnas electrónicas?

En la página web del ministerio neerlandés de asustos interiores se ha publicado hoy un artículo bajo el título de Stemmen met potlood en papier (literalmente: Votar con lapiz y papel). Se puede resumir en que "mientras no haya una buena alternativa" vamos a votar con papel y lapiz en este país.

Como razón no se señala el hecho de que las elecciones con computadoras electorales no se pueden controlar (lo que es más: !que pueden ser manipuladas!), a pesar de que precisamente en un país que (según la constitución) es gobernado democráticamente, el registro y el recuento correctos de los votos en una elección son de suma importancia.

El ministerio sí nos presente la excusa (al igual que sin duda alguna también enfatizarán los medios de comunicación masiva, que fielmente vocean las verdades tendenciosas de la agencia de prensa ANP) de que "no se puede garantizar que la radiación de un aparato nuevo (aún a desarrollar) en el que el elector puede determinar su voto a ningún momento no puede ser interceptado".

En otras palabras: el ministerio decididamente quiere que expresemos nuestros votos por medio de una computadora electoral, y por eso es importante que comprendamos que sólo se trata de la (en la práctica teórica) posibilidad de intercepción de la radiación. En cuanto se haya descubierto una solución para este problema (¿cabinas electorales metálicas?) dejará de haber problemas...

El que las computadores no-interceptables todavía pueden ser manipuladas, ha de escapar a nuestra atención. ¿No podría ser que precisamente esta manipulabilidad sea la intención del régimen neerlandés? Tal vez quieran tener una posibilidad para evitar (y de un modo más 'elegante' de cómo en las décadas después de la Segunda Guerra Mundial se les hacía imposible la vida a muchos comunistas) que los partidos de izquierda (me refiero a la izquierda izquierda, no a los neocapitalistas del PvdA, que sigue llamándose socialista) o quizás islamitas se conviertan en un importante factor político.

Es cierto que el artículo también señala que "el desarrollo de nuevos aparatos [requiere] una gran inversión, tanto financiera como desde un punto de vista de organización", y que esto "ofrece demasiado poca plusvalía en comparación con el voto con papel y lapiz", pero la observación más arriba en el artículo ("mientras no haya una buena alternativa") o bien señala que el gabinete es estupido (lo que no me sorprende nada), o bien que la historia de la "gran inversión" sólo se ha utilizado como maniobra de distracción. Cualquiera con un poco de fantasía se puede imaginar que papeletas impresas y lapices y cabinas de madera multilaminar siempre serán más baratos que ordenadores que han de ser mantenidos, repuestos cada tantos años, controlados, actualizados y vigilados.

Necesariamente ha de haber algo más detrás de las intrigas de La Haya: o bien el deseo de poder manipular las elecciones, o bien intereses económicos con (¿o chantaje por?) productores de computadoras electorales...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Observaciones pertinentes!

No olvidemos que este gobierno fue elegido con ordenadores electorales. Ahora han sido forzados a admitir que los ordenadores electorales no sirven, pero no han querido sacar la conclusión de que han de realizarse nuevas elecciones.

La pregunta que ahora está preocupando a una sencilla persona como yo soy es hasta qué punto este gobierno puede ser legítimo ahora.