jueves, enero 31, 2008

Calidad en el país de los folletos propagandísticos

De Pers, el periodiquito gratuito que tan gustosamente se presenta al mundo como el diario de calidad entre los periódicos locales, hoy nos presenta un interesante ejemplo de esa calidad en la primera página con un artículo que lleva el título € 86.000.000.000 Is het bedrag dat de monarchie sinds 1980 voor de BV Nederland heeft verdiend. (86. mil millones de euros. Ese es el importe que desde 1980 la monarquía ha ganado para la S.L. Países Bajos), y que ocupa toda esa primera página.

Este importe no ha sido tomado al hazar, ¡qué va!, se ha basado en una análisis minuciosa y "se ha de acabar [...] con esas quejas sobre el coste de nuestra casa real". El 'experto en el terreno de marcas' Bas Kist opina por lo menos que "el valor que representa su persona [la reina] - su corte de pelo incluído - [...] apenas se puede expresar en dinero".

Pero las análisis han sido aún más detalladas, porque el economista Harry van Dalen ha calculado que "la casa real nos [¿a nosotros?] genera cada año de cuatro a cinco mil millones de euros", y eso desde el año 1980. Eso lo descubrió comparando las monarquías con otras organizaciones políticas de naciones, y resulta que las monarquías funcionan "estructuralmente" mejor. Las economías de las monarquías tienen un crecimiento anual del uno por ciento más.

¡Genial! Mirándolo así... las monarquías por lo general las encontramos en países conservadores y capitalistas y en esos países por lo general la atmosfera es más pacífica [¿pacificada?] que en las repúblicas bananeras, pero ¿se debe eso a la organización política? Sería interesante hacer una análisis complementaria, convirtiendo todas las monarquías en repúblicas y luego investigar las economías de estas nuevas repúblicas. Claro que todo esto "ceteris paribus" como lo llaman los economistas...

Su real Bea, aparte de eso tiene más calidades excepcionales: "cuando organiza un concierto o una cena", "procura que las personas indicadas se sienten una al lado de otra. Crea un ambiente para establecer contactos de manera informal." ¿Informal? ¿Y qué de las reglas protocolarias? Y... ¿qué es lo que De Pers entiende por "las personas indicadas"?

Pero hay más, porque también "en la diplomacia internacional Beatrix a veces [!] resulta tener mucho valor". Así una vez consiguió que se pusiera en libertad a una persona que había sido condenada a la cadena perpetua. Después representa a los Países Bajos "de manera intachable" y "sabe hablar sus idiomas"... Vale, también lo hace Balkenende, e incluso lo hizo el dictador español Franco (véase la película aquí abajo), pero no nos preguntemos cómo...



Además, no pensemos que "la soberana tenga una función meramente ceremonial en la política interior" (en la opinión del 'experto en materias de la casa real' e historiador Jan Kikkert), porque ella "no duda en imponer su opinión". Eso no es antidemocrático (como pensaría yo, pero parece que yo siempre haya tenido una idea equivocada de lo que es, o al menos tendría que ser, una democracia), ya que "con sus intervenciones ella mejora el funcionamiento de nuestra democracia" (según Harry van Dalen).

Por lo demás, distinguida escribidorcita Annemieke van Dongen (la autora del artículo), mis objeciones (y las de numerosos otros republicanos) contra la monarquía neerlandesa (y todas las demás monarquías) no tienen que ver nada (o muy poco) con la generosísima prestación de la asistencia social que cobran Bea y su entorno (¡sin que estén obligados a buscar un empleo!), sino con el hecho de que se aprovechan del hecho de haber nacido en cierta cuna, y sin que hayan tenido que demostrar que sepan hacer algo más que de vez en cuando saludar con la mano (sin entusiasmo) y declamar textos horribles escritos por otros. Su coste no es nada en comparación con los otros importes que los varios regímenos neerlandeses han venido virtiendo en toda clase de pozos sin fondo (reactores militares, línea de ferrocarril por la Betuwe [Batavia], línea de ferrocarril de alta velocidad, autopistas, urnas electrónicas, para sólo citar unos ejemplos.

Resumiendo sugiero ahora, en el marco de una análisis verdaderamente científica: conversión de todas las monarquías y comparación del rendimiento económico de los países en cuestión como repúblicas (ceteris paribus, ¡claro está!) durante los 27 años siguientes...

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