La ministra de tráfico Carla Peijs hoy ha iniciado una campaña que tiene por objeto la sensibilización de los ciclistas por lo que se refiere a situaciones peligrosas que pueden darse a causa de la incapacidad de conductores de grandes camiones de tener una visión completa del tráfico - a pesar de la introducción a bombo y platillos de los retrovisores de ángulo muerto de hace unos años. Así nos acaba de informar el boletín de noticias de la emisora Arrow Classic Rock.
Es evidente que también aquí es meramente una cuestión de dinero. Como ya he expuesto varias veces, los camiones grandes (menos en situaciones excepcionales, y entonces sólo con una escolta de la policía de tráfico) no pertenecen en sitios donde también pueden estar peatones y ciclistas, y en realidad no pertenecen en ninguna parte.
Grandes transportes se pueden realizar excelentemente y con casi absoluta seguridad en buques y trenes. Desde los puertos o estaciones de descarga las mercancías se pueden transportar a sus destinos finales en pequeños camiones o camionetas. Esto todavía no garantiza una seguridad absoluta (al fin y al cabo siguen siendo vehículos con seres humanos al volante), pero sí una seguridad muy superior a la que ofrecen los colosos que ahora terrorizan las carreteras locales y las calles en nuestros pueblos y ciudades.
En mi calle los carriles para bicicletas se han hundido en el sentido longitudinal y eso se debe al hecho de que muchos camiones son tan anchos que al encontrarse con tráfico en el sentido opuesto 'no tienen más solución' (¡se sobreentiende que esperar no es una alternativa viable!) que desviarse al carril de bicicletas - y los ciclistas para salvarse el pellejo no tienen más remedio que refugiarse en la acera.
¿Cuántos más muertos y heridos por la falta de voluntad política son necesarias hasta que de verdad se tomen medidas? O tal vez tengamos que esperar a que se aplaste un político o un príncipe - seguro que entonces las jeremiadas desbordarán las fronteras del país.
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