El ministro de justicia de California va a perseguir seis fábricas de coches estadounidenses y japoneses (Chrysler, General Motors, Ford, Toyota, Honda y Nissan) porque "los gases de escape de los coches son la causa principal del aumento de la emisión de carbono, que contribuye al calentamiento del clima. Las autoridades y los constructores de coches sin embargo se niegan a reaccionar. Va siendo hora que estas empresas se enteren de sus responsabilidades en esta situación de crisis," nos informa el diario belga Het Belang van Limburg.
Este ministro, ¿no conduciría un coche? Entonces, ¿no sería consecuente que también se persiguiera a sí mismo y a todos los automovilistas? Al fin y al cabo es cierto que las fábricas construyen los coches, pero son los automovilistas los que los conducen y los que producen los gases de escape...
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