¡¡Seamos claros!!

En la edición digital de Europa Press (domingo 25-11) aparece recogido un artículo con el título Si la gente supiera cómo afectará la pobreza a su vida, se manifestaría ... Comienzo ésta reflexión por éste artículo, como podría hacerlo con cualquier otro de los que aparecen a diario en prensa, radio o televisión y hasta en conferencias filosóficas muy bien montadas (grandes salones, perfectamente enmoquetados con sus engalanamientos de rigor...) y cada personaje conferenciante con su espléndido vehículo esperándole a la puerta de la sala, para devolverle una vez concluída la conferencia a su hipócrita clase burguesa para seguir disfrutando de todas las más absurdas comodidades que esta sociedad oferta (su chalet, Tv plasma, repletas despensas llenas de todos esos productos que las empresas ¡ésas precisamente! que a diario denunciamos como monocultivadoras); arruinan a todos ésos pueblos en África y Asia destrozándoles su futuro "vital" contribuyendo a eso que el resto de sus compañeros filósofos y demás "bienpensantes" analizarán más tarde en otra conferencia y que la denominarán "pobre mundo rico".

Y es que los "realitys" ...nos acompañan allá donde movamos.

Estamos sufriendo lo que algunos llaman "cambio climático"; yo creo que lo llamaría "evolución de la sociedad consumista"... siempre depende de las premisas de donde tomemos el punto de partida. ... ahora que muchos se llenan la boca de palabras cómo "democracia", "igualdad", "solidaridad", "medio ambiente sostenible", "ecología". Todo esto me trae al recuerdo aquella canción que algunos de los que leaís esto os acordaréis: " Parole, parole" de Dalida y Alain Delon.

¡Pues bien!

A lo que iba. En pleno mes de noviembre y al mismo tiempo en que nos alertan del deterioro medioambiental y nos advierten, que en nuestras manos está frenarlo para que (p.ej.) "nuestros ríos no se queden sin agua, que no avance la desertización…….etc, etc, etc"; para ello, casi llegan a "torturar" nuestra conciencia, exigiéndonos a que prescindamos de lo más esencial en nuestras vidas como cambiar: baño por ducha y …¡poquito ehh!, que igual secamos el río que tenemos más arriba de nuestras ciudades. Pero no nos dicen con la misma claridad, que en ése río, la empresa eléctrica de turno si no tiene suficiente agua, no podrá utilizar su caudal para jugar al "monopoly" en los mercados en bolsa y hundir a su competidora que abre sus compuertas en otro río, de ésos que quieren que con nuestra "solidaridad medioambiental" les ayudemos a mantener su caudal, para que ellos, cuando su partida les de el turno de juego, puedan dejar salir el excedente y así seguir vendiendo sus kilovatios al precio que el mercado energético les impone, y todos puedan continuar "su partida económica". Mientras claro está, a costa de unos poquitos puestos de trabajo que dicen que van a crear en la zona, ésos mismos pueblos, que antes eran pobres, siguen siéndolo, añadiéndoles a su sufrimiento anterior los desastres que ésta manipulación sobre ¡ahora sí! el medioambiente natural maneja a su antojo, en su propio beneficio económico y así justificar la necesidad para poder mantener la sociedad de consumo...

¡¡Pues no señores!! Pero ¿no somos tan democráticos?, ¿no somos tan comprometidos? ¿No tenemos en nuestras manos la posibilidad de no pertenecer a esos partidos políticos de línea dura (religiones)? ¿No nos creemos tan evolucionados e inteligentes? ¿Acaso siempre nos han de colocar el "chip" de pensamiento único para cada uno de nosotros?

¡PENSEMOS!...

Acabemos entonces con tanta farsa. Apaguemos nuestras ciudades al derroche y a la malversación energética ¿acaso lo que se ésta sucediendo en nuestras ciudades ¡desde ya¡ no es contaminación "lumínica"? o ¿solamente hemos de llamarlo contaminación?, a lo que los gobiernos y el sistema económico les interesa que sea? No deberíamos una vez más replantearnos muchas más cosas…

El resto del artículo, lo podemos escribir cada uno de nosotros…

Sólo para concluir, una frase de un profesor de Filosofía en su mensaje de fin de curso a sus alumnos, (del que tuve el gran honor de haber sido alumna) y del cual aprendimos con su ejemplo lo que verdaderamente significa la palabra "compromiso": "sed vosotros mismos". Podéis disfrutar de éste mensaje completo en su enlace abierto y gratuito. (Miguel Cobaleda, autor)
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