¿Cómo de repugnante puede ser la gente?

El Spits informó hoy (en la primera página de la edición impresa) que se ha fundado un club que opina que una cuarta parte del dinero destinado a la ayuda neerlandesa para el tercer mundo (es decir € 418 millones) tendrá que ser dedicada a los 2,2 millones de familias neerlandesas que tienen que arreglárselas con unos ingresos mínimos. Este club, la BBVU (el Spits erroneamente lo llama BWU) quiere poner esta idea en la agenda del Parlamento a través de una iniciativa ciudadana.
La presidenta del BVVU considera la idea como muy urgente, porque "los Países Bajos son el único país que respeta estrictamente el porcentaje del 0,8% del PNB que se ha de destinar a la ayuda para los países en vías de desarrollo".

Esta es una idea muy incorrecta, ya que:

• el dinero para los países en vías de desarrollo se destina a personas que se encuentran en una situación increíblemente más grave que la de ningún habitante de los Países Bajos; se trata de personas que muchas veces no disponen de agua potable, apenas tienen qué comer, no pueden contar con asistencia médica, y que demasiadas veces están expuestas a catástrofes naturales;
  
• hay un grupo de gente que ni siquiera notaría si se perdiera un múltiplo de esos 418 millones de euros, y esa gente además es la gente que es culpable (o por lo menos cómplice) de la miseria en la que se está encontrando la mayor parte de los habitantes normales de los países occidentales: los directores de bancos, los directores de las empresas multinacionales y no olvidemos a los accionistas de esas empresas. Estos han llenado a tope sus cuentas bancarias con el dinero que se han agarrado por todos lados explotando y despidiendo a los trabajadores, vendiendo las partes más interesantes de empresas con unas ganancias usurarias y por transacciones fraudulentas con papel impreso (las llamadas acciones).
• Es cierto que según las cifras oficiales de la banda de Balkenende este país dedica el 0,8% del PNB a los países en vías de desarrollo, pero una considerable parte de este dinero se despilfarra en la guerra colonial (la llamada ¡reconstrucción!) en Afganistán.

En breve: tres veces ¡uf!
Y una buena sugerencia para la BVVU: ¡una iniciativa ciudadana para quitarles a los usureros el dinero que se han agarrado por vía criminal!