Está claro que existe dios... ¿o? (cartas copiadas)

A continuación reproduzco dos cartas, que me hubiera gustado escribir, pero que encontré el el Spits, escritas por otras personas. Como me imagino que los autores quieren compartir su opinión con el máximo posible de lectores, supongo que no tienen inconveniente en que copie sus cartas. Si no obstante no estuvieran de acuerdo con ello, naturalmente las quitaré.

Dios ha cometido un error

Cualquier fabricante quiere mejorar sus productos y corregir sus faltas iniciales. Si Dios ha construído el ser humano con tanta rapidez, también ha de contener errores. Entretanto ya ha tenido suficiente tiempo para mejorarnos. O sea sacarnos todas las faltas, sobre todo la violencia. Y hé allí: el paraíso terrenal.
O es que Dios, después de producirnos, se ha sentado en Su celestial butaca para contemplar cómo Su producto procede aquí sin plan ni proyecto, cómo estropea Su tierra y para dejarnos rezar durante siglos y siglos por una vida mejor, sobre todo los pobres, enfermos y hambrientos del mundo entero. Si Él existe de verdad, debería de avergonzarse profundamente.
Koen Vermeer, Rotterdam (Spits, 10 de marzo de 2009)

Clarísimamente su creación ¿verdad?

Qué terriblemente duro ha de ser para todos esos cristianos, que sobre todo estos últimos meses cada vez se chocan con un muro de incomprensión sobre el origen del ser humano. Y eso mientras que está clarísimo que hemos sido creados casi a la perfecta imagen de nuestro creador. Quien tan sólo se esfuerza para leer el Antiguo Testamento, no puede perderse las pruebas.
La mayoría de las historias están impregnadas del divino espíritu vengativo y de la divina ira con respecto a los que no le obedecen ciegamente, y de sus celos para con los dioses competidores, de las recompensas para el comportamiento deshonesto y adúltero, y así podría continuar. Y pensad p.e. en el afán destructivo cuando su creación no le gusta del todo. Basta con borrarla simplemente.
A quien no puede ver lo perfectamente que el ser supremo ha transferido estas características divinas a nosotros, su imagen y su creación, le debe de faltar algo de capacidad de observación, me parece.
Hans Klinkenberg, Amsterdam (Spits, 12 de marzo de 2009)