lunes, marzo 16, 2009

Pero, claro, es difícil si las mismas autoridades engañan al pueblo...

De Pers hoy presta atención al hecho de que el combate del terrorismo es bien difícil, pues:

[Si como combatiente del terror detienes a la persona incorrecta, se rien de ti. Pero si esperas demasiado tiempo, amenaza el peligro y te echan la culpa.]
Lo que irrita sin embargo es que ya no se puede saber lo que está pasando. Nuestros derechos civiles están siendo vaciados, limitados y simplemente anulados, y todo con la excusa de la "guerra contra el terrorismo". Y después resulta que, a pesar de todas estas -sugeridamente- excelentes posibilidades de detección de actos de terrorismo (que llevan a la situación de que cualquier persona hoy en día sea de antemano sospechosa a horario completo) se basan en una llamada anónima para atacar de manera impresionante, como pasó en Amsterdam hace unos días.

No se puede repetir suficientemente: el terrorismo conviene excelentemente a la internacional neoliberal para forzarnos a volver al papel de esclavos para el afán de lucro capitalista.

Sin embargo, en primer lugar hay que preguntarse hasta qué punto se trata efectivamente de "terrorismo". Lo que p.e. ocurrió el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York con una seguridad absoluta
no ocurrió como nos quieren hacer creer. Cómo sí ocurrió... me temo que nuestras fantasías más absurdas puede que se acerquen un poco a la realidad.

No olvidemos que no es la primera vez que las autoridades estadounidenses sacrificaron vidas humanas de sus propios ciudadanos para los intereses de la industria armamentista (o del capitalismo en general). Basta acordarse del vapor Lusitania, que en el año 1915 fue enviado a sabiendas a una zona infestada de submarinos alemanes. Antes de que zarpara la embajada alemana hasta había publicado un aviso en la prensa neoyorquina (a la derecha). No es de extrañar que después efectivamente fue torpeado
(ilustración del Panorama del 13 de mayo de 1915), lo que les costó la vida a más de 1.000 personas. Este ataque fue la justificación para que EE.UU. participaran a la Primera Guerra Mundial.

O recordad el ataque japonés a la isla hawaiiana de Pearl Harbour del 7 de diciembre de 1941. Antes del ataque las autoridades estadounidenses ya habían recibido avisos (p.e. de las autoridades australianas), pero la única reacción consistió en la retirada de los buques de guerra más modernos del puerto de Pearl Harbour (pero no de los soldados de los buques de guerra más antiguos). Este ataque llamado de sorpresa (que causó 2.400 muertos) fue necesario para justificar la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.

O pensad en el "incidente del Golfo de Tonkin", que le sirvió al presidente Johnson como excusa para aumentar a gran escala los esfuerzos militares de EE.UU. en Vietnam; mientras que su antecesor, el asesinado John F. Kennedy, precisamente estaba preparando la retirada de esa guerra. Cabe señalar que todavía sigue inseguro quien había detrás del asesinato de Kennedy, pero también aquí la industria armamentist tiene altas probabilidades de culpabilidad.

O recordad los soldados estadounidenses que tenían (tienen) que ser sacrificados en Irak para los intereses del colonialismo estadounidense, con la excusa de armas de destrucción masiva, inventadas por la banda de Bush...

Y si aún existe algún terrorismo 'auténtico', en demasiadas ocasiones no es más que una reacción al abuso de poder por el colonialismo capitalista.

Lo volveré a explicar una vez más, para los que no son lo suficientemente listos como para comprenderlo por su propia cuenta: el terrorismo de estado (de EE.UU. y sus compinches) se puede terminar sencillamente con una decisión política. El terrorismo que es una reacción a la explotación capitalista también se puede terminar acabando con ese abuso de poder y una decisión de por fin empezar a construir un mundo justo.

Los políticos (y otros) que se niegan a subordinar sus propios intereses a los intereses del total de la humanidad, no merecen sino la cadena perpetua.

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