domingo, noviembre 18, 2007

Arrogancia colonialista

A lo mejor el rey Juan Carlos sabía lo que hacía cuando le espetó al presidente venezolano Hugo Chávez "¡¿Por qué no te callas?!", cuando este le reprochó al post-fascista José María Aznar que había apoyado el golpe militar en Venezuela en el año 2002. Como se sabe, sólo los embajadores de EE.UU. y de España felicitaron el 'presidente' Carmona de los rapidamente expulsados golpistas - inevitablemente por lo que se refiere a EE.UU., pero teniendo en cuenta que España desde hace tiempo está haciendo todo lo posible para mantener buenas relaciones con sus antiguas colonias Aznar (en el 2002 primer ministro de España) podría habérselo pensado un poco mejor o - en el caso de no saberlo hasta después debería de haber castigado al embajador.

Una advertencia significativa de Aznar del año pasado: "Alguien ha de parar esta oleada izquierdista en Latinoamérica y yo estoy dispuesto a hacerlo."

Hay que señalar que en general son sobre todo las multinacionales españolas que representan el neoliberalismo en Latinoamérica. También el hecho de que hasta hace poco Rodrigo Rato (ministro en el régimen de Aznar) fuera director del FMI habrá contribuído poco a la popularidad de España en el subcontinente. (de Volkskrant del día 16)

El diario chileno El Amaule relaciona la falta de buena educación de Juan Carlos con el pasado colonial de España:
Los antepasados del Rey [...], especialmente a contar de Fernando VII, dejaron sin habla a América durante dos siglos y medio. Y no sólo obligaron a sus súbditos al mutismo, sino que, además, limitaron el pensar, prohibiendo la llegada de libros, abortando cualquier intentona de reflexión.

El grito del rey es la voz que viene desde el fondo de la historia americana. No compartimos [...] el exabrupto del locuaz presidente venezolano. [...] Pero en los ojos relampagueantes del rey apareció la llama atávica de la corona secular, que saca su espada para ordenar a sus vasallos desordenados. [...] A sus cinco palabras sólo faltó agregar, como en los viejos pergaminos que emanaban del Palacio del Escorial, la firma de "Yo, El Rey"."
Por una vez el obispado español (que cuando se le ofrece una oportunidad para oponerse al actual gobierno de España la agarra de ambas manos, poniéndose incondicionalmente al lado del capitalismo y del post-fascismo del PP, vociferando mentiras o verdades manipuladas, aprovechándose para ello de su cadena de radio COPE) está al mismo lado del campo de batalla que José Luis Rodríguez Zapatero:
Uno siente mucho gozo cuando un rey, cuando un jefe de Estado protege y defiende a la nación, y ése es el agradecimiento y el gozo que se siente ante las palabras de alguien que nos defiende y nos apoya como siempre lo ha hecho. (informa el diario peruviano El Comercio del día 16)
Parece que para el arzobispo de Toledo, que es el que dijo estas palabras, España y José María Aznar y su post-fascismo son una misma cosa. Y -claro está- la iglesia católica en Venezuela: "No se informa sobre su sufrimiento y la falta de libertad a la que está sometida." No se le ocurrirá probablemente que la iglesia católica en Venezuela sufrirá los mismos problemas que cualquier otra superstición en aquel país, la misma libertad de culto. Y desde luego sufrirá menos que la mayoría de la población venezolano durante los años anteriores a la época de Hugo Chávez, cuando fue brutalmente explotada por el capitalismo.

No es de extrañar que el anterior presidente Carlos Andrés Pérez haya escrito una carta a Juan Carlos rechazando el "indecoroso comportamiento" de Hugo Chávez, citando en ella unas lineas del autor Carlos Fuentes, publicadas en el diario argentino La Nación (hablando de diarios de la derecha...). Fuentes, según Pérez, "resume lo que sentimos los demócratas del mundo". (El Universal venezolano de ayer)

Y con eso, mejor que lo hubiera señalar yo, demuestra cuanto significado ha perdido la palabra "democrata" durante estos últimos decenios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y esa misma arrogancía colonialista, es la que evita que El Rey de España, ¡que no de todo los españoles! Aún pudiendo entender que la forma utilizada por Chavez no fuera la "adecuada" El Rey, ha de disculparse por el tratamiento aplicado al representante elegido por la mayoría del pueblo venezolano y al que le ha faltado al respeto, de forma grosera.