Después de que el Ministerio Fiscal había exigido de Trans Link Systems (el club de las tarjetas chip para el transporte público) los datos de los pasajeros que habían estado en el metro de Rotterdam donde había tenido lugar una agresión sexual (el 6 de mayo entre las 22:00 y las 24:00), el juez ha decidido ahora que no se pueden entregar al fiscal las fotos de los pasajeros (véase la resolución del tribunal de Rotterdam del 2 de junio de este año).
Trans Link Systems en primer lugar no había querida entregar los datos, basándose en la "Ley de Protección de los Datos Personales" neerlandesa, pero fue obligado por el fiscal, y enseguida procedió contra el Ministerio Fiscal. (Webwereld, hoy)
¿Hemos de estar contentos de esta decisión? ¡Pues no! El Ministerio Fiscal también había exigido los nombres y direcciones de los pasajeros en cuestión. Es cierto que ahora ya no se podrán utilizar las fotos, pero los nombres y direcciones sí. Y eso significa que todos los que en los momentos en cuestión pasaron por las estaciones de Maashaven y Heemraadlaan del metro de Rotterdam, ahoran están registrados en una base de datos del Ministerio de Justicia. Un pequeño cortocircuito en el ordenador y los datos de los pasajeros accidentales de pronto se convierten de sospechosos inocentes en potenciales criminales.
Y esto es tan sólo el principio, porque la tarjeta chip para el transporte público de momento todavía se utiliza en pocos sitios en los Países Bajos. La fase siguiente es que el ministerio exigirá de antemano los datos de todos los pasajeros de autobús, tren, metro y tranvía (y los almecena al igual que los datos de nuestro 'tráfico' de teléfono y correo electrónico). Porque, claro, siempre pueden resultar útiles en la lucha contra el terrorismo...
Trans Link Systems en primer lugar no había querida entregar los datos, basándose en la "Ley de Protección de los Datos Personales" neerlandesa, pero fue obligado por el fiscal, y enseguida procedió contra el Ministerio Fiscal. (Webwereld, hoy)
¿Hemos de estar contentos de esta decisión? ¡Pues no! El Ministerio Fiscal también había exigido los nombres y direcciones de los pasajeros en cuestión. Es cierto que ahora ya no se podrán utilizar las fotos, pero los nombres y direcciones sí. Y eso significa que todos los que en los momentos en cuestión pasaron por las estaciones de Maashaven y Heemraadlaan del metro de Rotterdam, ahoran están registrados en una base de datos del Ministerio de Justicia. Un pequeño cortocircuito en el ordenador y los datos de los pasajeros accidentales de pronto se convierten de sospechosos inocentes en potenciales criminales.
Y esto es tan sólo el principio, porque la tarjeta chip para el transporte público de momento todavía se utiliza en pocos sitios en los Países Bajos. La fase siguiente es que el ministerio exigirá de antemano los datos de todos los pasajeros de autobús, tren, metro y tranvía (y los almecena al igual que los datos de nuestro 'tráfico' de teléfono y correo electrónico). Porque, claro, siempre pueden resultar útiles en la lucha contra el terrorismo...
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