lunes, diciembre 17, 2007

Jesucristo en Uruzgán

El artículo siguiente ha sido publicado hoy por Stan van Houcke en su blog:

El hombre a la derecha es el ministro neerlandés de la defensa Van Middelkoop. Como cristiano es un seguidor del hombre representado aquí a la izquierda, Jesús de Nazaret. Lo que me pregunto es: ¿habría combatido en Uruzgán
[Afganistán] Jesús de Nazaret?

Estoy empezando a dudar. Al principio pensé: claro que no, este profeta divulgó el mensaje del amor y de la tolerancia. Al fin y al cabo su libro reza: "Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe."

Pero esta mañana leí lo siguiente en el Telegraaf:
Minister primero con saludo de Navidad
por uno de nuestros reporteros
La Haya - "Navidad es una fiesta de paz y nuevas esperanzas. Un mensaje que corresponde con su importante tarea en Afganistán y en otras partes del mundo. Una tarea que también en el año 2008 exigirá mucho de nosotros."
Con este mensaje personal el ministro Van Middelkoop (Defensa) ha dado el disparo de salida para la acción de mandar un crismas a Uruzgán.
El nacimiento de Jesús de Nazaret significa pues, según el ministro, paz. Y los militares neerlandeses luchan por la paz, o sea que 1 + 1 = 2, en su opinión ahora se está llevando a la práctica el amor de Jesús de Nazaret, bien es cierto con violencia, pero aún así. En otras palabras: Jesús de Nazaret habría combatido en Uruzgán si hubiera tenido una metralleta, o un helicóptero Apache, u otro material de guerra, con el que también se puede matar y/o mutilar a ciudadanos.

El ministro ¿estaría loco o se estaría equivocando? No lo sé. Puede que el cristianismo siga siendo la misma ideología terrorista que era durante siglos. Puede que el ministro Van Middelkoop haya leído el libro sagrado al revés o bocabajo. O igual no sabe siquiera leer. Es un enigma. Quizás habría sido mejor que ese Jesús de Nazaret se hubiera callado. Debería de haber sabido que las palabras se pueden enturbiar, y también debería de haber conocido el espíritu humano. Pero más aún: Van Middelkoop haría mejor callándose en lugar de justificar la violencia, con Cristo a su lado.

Es notable que Jesús de Nazaret nunca reía. Utilizaba toda su energía en vez de gastarla en reir, para otras cosas. Además reir señala una falta de comprensión. Y Jesús de Nazaret lo comprendía todo, menos los males de los seres humanos. O tal vez sí los comprendía, pero no se inmutaba por nada ni por nadie. Otro enigma. Sea como sea. ¿A quién vemos aquí arriba con una risa radiante? ¡Exacto, a Van Middelkoop! El porqué de esa risa con todos aquellos dientes blancos es muy poco claro. Se está tronchando de risa. ¿Por qué? ¿A qué se debe aquella risa fresca de joven cristiano? No a todos los afganos matados por armas neerlandesas, espero. Pero entonces, ¿a qué?

Lo curioso es que uno no se puede imaginar una cabeza con semejante peinado desenvuelto en el cuerpo de uno que acaba de ser crucificado. Comparad la cabeza del crucificado, tal como lo pintó Matthias Grünewald. Jesús de Nazaret aquí se parecía más a un combatiente de los Talibán que a Van Middelkoop. ¿Verdad?

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