miércoles, diciembre 26, 2007

¿Qué sentido tienen los mensajes de navidad? (1)

Beatrix ha vuelto a dejarse oir. Está claro que no hay nada en contra de que haga algo para su generoso dinero de bolsillo, pero entonces mi primera pregunta es por qué no lo hace para todos los neerlandeses. Y es que empieza su discurso ya en la primera frase con "la luz del amor divino", y como hasta ahora nadie ha podido demostrar que realmente existe un dios (es mucho más fácil demostrar que NO existe) su punto de partida ya es algo vacío.

Explica algo sobre la democracia neerlandesa, fijada "en el derecho", que también tiene "respeto para las menorías" (menos por lo visto para los que no dan fe a las afirmaciones gratuitas de exégetas cristianos).

Todo el mundo, así explica Beatrix, tiene que respectar los "límites de la ley", "los juicios sin matizar" han de ser rectificados y el "negativismo" ha de ser roto. Un "diálogo se hace posible" cuando todos "estén dispuestos a también incluir las propias certezas en la discusión". Y "quien desde su infancia ha sido educado en confianza también podrá vencer la desconfianza antes y sabrá más fácilmente respetar y tomar en consideración los intereses de otros".

De su deseo final para una "navidad bendita" hago caso omiso, porque en primer lugar no quiero la bendición de una entidad no existente, pero sobre todo porque no quiero una bendición para una 'fiesta' de un solo día, sino para un año entero, para toda la eternidad.

Como de costumbre, también este mensaje navideño está repleto de lugares comunes sin verdadero significado.

Para una futura ocasión quisiera por eso aconsejar a Beatriz ser completamente clara y decir de verdad de qué van las cosas.

Para empezar debería de explicar porque últimamente hay tanta desconfianza en los Países Bajos. Eso no se debe, por mucho que lo sugiera, porque los niños no son educados "desde su primera infancia' en confianza, sino porque los que ejercen (léase: los que creen tener el derecho de ejercer) el poder en los Países Bajos nos están engañando desde hace años; mintiendo y retorciendo, manipulando los hechos.


A pesar de haber sido educado en confianza y aun siguiendo -en principio- confiando en la gente, está clarísimo que los que (al menos así se dice) son elegidos por nosotros, abusan su poder a su propia ventaja. Esas llamadas autoridades obviamente respetan la legislación neerlandesa, lo cual no es nada difícil, porque ellas mismas la estiran o limitan según sus propias necesidades. En esa situación es difícil, por no decir imposible, tener confianza en esa gente.

El uso de palabras ya depletas de significado como 'respeto', 'comportamiento humano' y 'buenos ejemplos' no crea una mejor sociedad. Esa sólo será posible cuando todos, y sobre todo los que deberían de dar el 'buen ejemplo' demuestren lo que para ellos significa el 'respeto'.

Cuando personas como Verdonk y Wilders quieren criminalizar y deportar ciertas personas, el jefe formal de estado podría dar un buen ejmplo invitando a los menos favorecidos de nuestra sociedad a su casa. Falta de espacio no puede ser el problema. Éso sería un buen mensaje de navidad. Y para este mensaje Beatrix no tendriá que esconderse tras una biblia u otro libro devoto. Semejante acción ha de venir derecho del corazón y no de un discurso.

No hay comentarios: