domingo, diciembre 28, 2008

Masacre en Gaza nos ha de incitar a la acción (artículo copiado)

Ali Abunimah, The Electronic Intifada, 27 de diciembre 2008 [traducido por Entrelector]


"Tocaré música y celebraré lo que están haciendo las fuerzas aéreas israelíes." Estas eran las palabras pronunciadas hoy en Al Jazeera por Ofer Shmerling, oficial civil de la defensa israelí en la región de Sderot cerca de Gaza, mientras que las imágenes de las últimas matanzas de Israel eran transmitidas por el mundo entero.

Poco antes cazadores F-15 y helicópteros Apache estadounidenses echaron más de 100 bombas sobre lugares en la franja de Gaza, sediada por Israel. Este bombardeo mató por lo menos a 195 personas, hiriendo a centenares más. Muchos de los objetivos eran comisarías de policia, que - como las comisarías en el mundo entero - se encontraban en zonas habitadas. El gobierno de los EE.UU. era uno de los primeros en apoyar los ataques israelíes, y sin duda seguirán más expresiones de apoyo.

Los informes señalaban que muchos de los muertos eran agentes de policía palestinos. Entre los que fueron descritos como "terroristas" por Israel, se encontraba más de una docena de policías que se estaban entrenando. Un número hasta ahora desconocido de civiles fue matado y herido; Al Jazeera presentó imágenes de varios niños muertos: Los ataques israelíes tuvieron lugar en un momento en que miles de niños palestinos estaban saliendo de las escuelas para sus casas.

La alegría de Shmerling fue repetida por israelíes y sus partidarios en el mundo entero; su violencia es una violencia justa. Se trata de "autodefensa" contra "terroristas" y por consiguiente es justificada. Los bombardeos israelíes - al igual que los bombardeos de los americanos y la OTAN en Irak y Afganistán - son bombardeos para la libertad, la paz y la democracia.

La racionalización de las matanzas israelíes, que ya fue copiada fielmente por los medios de comunicación de lengua inglesa, reza que Israel actúa como "represalia" por los misiles palestines que se lanzan con una intensidad creciente desde que el 19 de diciembre terminó el armisticio (hasta ahora ninguno de esos recientes ataques con misiles ha causado tan sólo un muerto o herido israelí).

Pero los horribles ataques de hoy sólo significan una modificación de los métodos de Israel, con los que últimamente se está matando a los palestinos. Durante estos últimos meses solían morir en silencio, sobre todo los mayores y los enfermos, porque les están faltando los alimentos y las medicinas necesarias por el bloqueo israelí, que ya está durando dos años. Este bloqueo está calculado y pensado para causar sufrimiento y privaciones entre los 1½ millones de palestinos, en su mayor parte refugiados y niños, que están encerrados en la franja de Gaza. En Gaza los palestinos mueren en silencio, por falta de medicinas básicas, como la insulina, tratamientos para el cáncer, productos para la diálisis, que les prohibe Israel.

Lo que nunca se preguntan los medios de comunicación es lo que Israel entiende por un armisticio. Es muy sencillo. Bajo un armisticio, según la interpretación israelí, los palestinos tienen el derecho de callarse mientras que Israel les está matando de hambre, les asesina, y continúa con la colonización violenta de su país. Israel no sólo está reteniendo sus alimentos y medicinas que deberían de mantener los cuerpos de los palestinos, sino quiere además matar de hambre las mentes de los palestinos: por el bloqueo ni siquiera hay tinta, papel y pegamento para imprimir libros de texto para los niños.

Como John Ging, jefe de operaciones de la UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos) explicó a The Electronic Intifada en noviembre: "había un armisticio, pero no obtuvieron una restitución de una existencia digna. Incluso nuestros propios suministros, para la ONU, también fueron limitados durante el armisticio, hasta el punto de que nos encontramos en una situación muy vulnerable y precaria, en la que llegamos a estar sin alimentos por un encierre de unos días."

Esto es un armisticio a la israelí. Cualquier reacción a los ataques israelíes - sin que importe si se trata de protestas pacíficas contra la muralla del apartheid en Bilin y Nilin en Cisjordania - es contestada con balas y bombas. Desde Cisjordania no se han lanzado misiles contra Israel, y sin embargo no se interrumpieron ni un solo día los ataques, matanzas, robos de tierra, pogroms por los colonistas y secuestros israelíes durante el armisticio. La Autoridad Palestina en Ramallah ha aceptado todas las exigencias de Israel, hasta el establecimiento de "tropas de seguridad" para combatir -para Israel- la resistencia. Ninguna de ellas ha tan siquiera protegido a un solo palestino, sus propiedades y su subsistencia contra la colonización despiadada y violenta. Por ejemplo no sirvieron de nada a la familia al-Kurd que tuvo que presenciar cómo el 9 de noviembre fue derrumbada su vivienda familiar, en la que vivían desde hace ya 50 años, para que el terreno en que se encontraba pudiera ser ocupado por colonistas.

Y otra vez vemos masacres en Gaza, como en este último mes de marza, cuando en tan sólo unos días fueron matados por Israel 110 palestinos, entre los cuales docenas de niños. Otra vez personas por todas partes sienten ira, cólera y desesperación, porque este estado sin ley puede ímpunemente ejecutar semejantes crímenes.

Pero por todas partes en los medios de comunicación y en internet árabes la ira expresada no se dirige sólo contra Israel, sino también - de forma más vehemente que jamas - contra los estados árabes. Las ímagenes que se recuerdan son las de la ministra israelí de asuntos exteriores, Tzipi Livni, en El Cairo el día de Navidad. Allí estaba, sonriente, al lado del presidente egipcio Hosni Mubarak. Y después hay las imágenes de Lizni y el ministro egipcio de asuntos exterios que sonrientes se están dando palmadas.

El diario israelí Haaretz informó este último miércoles que el "gabinete [israelí] había autorizado al primer ministro, al ministro de defensa y al ministro de asuntos exteriores que determinaran el momento y el método" de los ataques israelíes contra Gaza. Por todas partes se pregunta la gente qué habrá dicho Livni a los egipcios y, más importante aún, qué le dijeron estos a ella. ¿Se dió la luz verde a Israel para volver a colorear las calles de Gaza de sangre? Quedan pocos que le dejan el beneficio de la duda a Egipto, desde que ha estado ayudando a Israel en el sitio de Gaza, manteniendo cerrada la frontera de Rahaf durante más de un año.

Por encima de la ira y la tristeza intensas, que tantos sienten a consecuencia de las nuevas masacres israelíes en Gaza, también hay un sentimiento de frustración por las pocas posibilidades que hay para convertir estos sentimientos en una reacción polícitica que pueda cambiar la marcha de los acontecimientos, que pueda acabar con el sufrimiento y que pueda traer la justicia.

No obstante hay maneras, y este es un momento para concentrarnos en ellas. Ya he recibido informes de manifestaciones y acciones de solidaridad, planeadas en ciudades del mundo entero. Eso es importante. ¿Pero qué va a pasar después de que los manifestantes se hayan dispersado y se haya desvanecido la cólera? ¿Seguiremos aceptando que los palestinos de Gaza se mueran en silencio?

Por todas partes los palestinos piden solidaridad, auténtica solidaridad, en la forma de una duradera y decidida
acción política. El One Democratic State Group [Grupo para Un Estado Democrático] ubicado en Gava lo confirmó hoy, al publicar un "llamamiento a todas las organizaciones civiles sociales y a todas las personas amantes de la libertad de ponerse en acción inmediatamente para ejercer presión de todos los modos posibles sobre sus gobiernos para que terminen las relaciones diplomáticas con el país de la apartheid Israel y para que promulguen sanciones contra el país."

El Movimiento global para el Boycot, la Terminación de las Inversiones y las Sanciones en favor de Palestina ofrece un marco para ello. Ahora ha llegado el momento de convertir nuestros emociones crudas en un compromiso de largo plazo para garantizar que nunca más nos veamos ante "otra Gaza".

Ali Abunimah, co-fundador de The Electronic Intifada, es el autor de One Country: A Bold Proposal to End the Israeli-Palestinian Impasse [Un país: una propuesta atrevida para terminar el atolladero israelopalestino] (Metropolitan Books, 2006).

[Copiado de The Electronic Intifada de ayer]

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