La Comisión Europea este lunes quiere proponer que a partir del año 2012 ya no se permita la venta de bombillas tradicionales. La ministra neerlandesa del medio ambiente, ya quería prohibir la venta a partir de una fecha anterior, pero ciertas normas europeas se lo hicieron imposible. (de Volkskrant, de hoy)
Leed con respecto a la repentina conversión de la señora Cramer (después de una visita a la fábrica de Philips, que produce lámparas compactas fluorescentes - CFL) mi artículo ¿Los Países Bajos un hospital psiquiátrico de régimen abierto? del 23 de mayo de 2007.
El cotorreo de la UE sobre el medio ambiento vale tanto (es decir tan poco) como las chorradas de la banda de Bush sobre la paz y la democracia. Si la UE de verdad se preocupara por el medio ambiente, ya habrían acabado con el mensual transporte de su circo entre Bruselas y Estrasburgo. Eso habría ahorrado mucha más energía que la transición a esas lámparas CFL.
Según un análisis del CBS [la Oficina Central de Estadísticas neerlandesa], publicado el 4 de junio de 2007, las lámparas tradicionales en las casas neerlandesas sólo gastan el 0,3% de la totalidad de la energía consumida. Si se añade a ello la energía necesaria para generar ese 0,3% (un 0,5%) las lámparas tradicionales ni siquiera consumen el 1% del total de la energía consumida.
Por otro lado hay que tener en cuenta que las lámparas CFL contienen una pequeña cantidad de mercurio (aunque menos que en los tubos fluorescentes). Si las lámparas CFL gastadas son procesadas correctamente (como residuos químicos), se puede reciclar este mercurio. Pero ¿cuánta energía se gasta procesando estas lámparas?
Además cabe preguntarse cuántos tomarán la molestia para ir al servicio de basuras para entregar una sola lámpara. Temo que muchos la tiren a la basura (tal vez sin darse cuenta de su contenido químico), por lo que el mercurio llegará a parar al medio ambiente. También hay que tener en cuenta que la prometida larga vida de las lámparas CFL no se realiza si se las enciende y apaga muchas veces, por lo que en muchas situaciones se las dejará encendidas contínuamente - de modo que el propuesto ahorro de energía desaparecerá parcialmente.
Y para terminar quisiera mencionar que investigaciones británas han señalado que las lámparas CFL pueden causar cáncer de piel y ataques de migraña (Telegraph del 5 de enero de este año).
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