miércoles, febrero 18, 2009

¿De verdad es tan estúpido el pueblo neerlandés?

Del informe trimestral del SCP (Oficina de Planificacion Sociocultural), que se publicó anteayer, se desprende que el 55% de los neerlandeses tiene confianza en el gobierno, mientras que hace tres meses eso sólo se podía decir del 44%. Los que tenían una opinión negativa del gobierno bajaron del 40 al 32%. Pero luego también resulta que una mayoría opina que en general los Países Bajos van por mal camino... (re.Public, 16 de febrero de 2009)

¿De verdad son tan estúpidos los neerlandeses que esta crisis aumente su confianza en la banda que en grandes rasgos ya lleva unos diez años echando a perder la sociedad neerlandesa? ¿En Balkenende, que cada año promete que 'el año que viene' todo irá mejor? ¿En Wouter Bos, que hace tan sólo unos meses nos aseguró que los Países Bajos no sufrirían las consecuencias directas de la crisis financiera? ¿En el ministro Donner, quien admite que tampoco él ya sabe qué hacer? ("No es que tenga un botoncito rojo con el que puedo crear puestos de trabajo por arte de magía.") y que ya lleva años socavando la seguridad social?

Y aún no he mencionado las declaraciones de Balkenende, quien nos explica que "los problemas son tan grandes que todos hemos de poner nuestros granitos de arena". (Metro, de hoy)
Por lo menos debería de tener la decencia y la sinceridad de poner la responsabilidad con los culpables, como los directores de los bancos (y sus accionistas, que también durante años se llenaron los bolsillos gracias a las canalladas de 'sus' bancos), los directores de las grandes empresas, que han estado chapuceando a coste de los trabajadores con sus 'reorganizaciones' y tercerizaciones, y no olvidemos a los políticos que han permitido que continuaran
impunemente estos abusos.

Y por lo visto también la familia de Von Amsberg puede contribuir algo de las prestaciones que cobra, teniendo en cuenta los proyectos para la construcción de una casa de vacaciones en Mozambique de Willem A. & Máxima y de su compra de un 'rancho' por un valor de por lo menos 1 millón de euros (es que también hay fuentes que mencionan un importe considerablemente más elevado) en el refugio argentino de decenas de nazis alemanes (ver mi artículo Willem A en Bariloche... del 14 de febrero de 2009). Según la tradición calvinista (quien no trabaja, no comerá) esta gente recibe muy demasiado dinero (y condiciones laborales secundarias).

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