El Pentágono está gastando capitales inimaginables para engañar la opinión pública con respecto a las aventuras militares del régimen estadounidense. Un artículo de la agencia de prensa estadounidense AP (Associated Press) -publicado p.e. en The Northern Virginia Daily del 5 de febrero de 2009- informa que en los últimos cinco años el presupuesto para las 'relaciones públicas' del Pentagón creció con el 63% y que para el año 2009 alcanza por lo menos 4,7 mil millones de dólares. Este importe se ha calculado a base del presupuesto del ministerio de guerra de EE.UU. y de otros documentos. Este año el Pentágono puede contar con una plantilla de 27.000 personas para el reclutamiento, la publicidad y las 'relaciones públicas'.
Sheldon Rampton, el director del Committee on Media and Democracy [Comité sobre los Medios de Comunicación y la Democracia], que está seguiendo las actividades mediáticas del ejército, dice al respecto: "Tenemos un aparato tan masivo que el ejército intenta vendernos, que se ha hecho difícil preguntar si eso no es demasiado dinero o si no es exagerado. [...] A medida que la guerra se haya hecho menos popular, han venido juzgando necesario invertir más en ello."
Los líderes militares opinan que la información constituye un arma de la misma importancia que los blindados y fusiles en un tiempo en que los grupos extremistas tienen webs y distribuyen vídeos.
Colaboradores del Pentágono planean para este año distribuir 5.400 comunicados de prensa, 3.000 producciones televisivas y 1.600 entrevistas de radio (el doble de lo que produjeron en el año 2007), todo eso a traves del Joint Hometown News Service. Estas producciones son presentadas a los medios con los nombres de los autores/productores, pero sin indicación de sus títulos y cargos.
Aunque se permitan la publicidad y el reclutamiento, está definitivamente prohibido engañar la población estadounidense con propaganda. El director del Pentágono, Robert Hastings, sin embargo lo ve de manera diferente: "El papel de las relaciones públicas es ofrecerles la información, de manera que ustedes mismos puedan tomar una decisión fundada."
No obstante el inspector general del Pentagóno publicó un informe el 12 de diciembre de 2008 sobre unas investigaciones de las que resulta que tal vez se hayan cruzado los límites de la propaganda.
No me extrañaría nada si, aparte de toda esapropaganda información nacional en los medios estadounidenses, hubiera mentirosos especiales en todas las embajadas de EE.UU., que no tienen nada que hacer sino pasarse los días enteros lavándoles los cerebros a los Balkenende, Merkel, Sarkozy & Cía de este mundo.
Quizás fuera una buena idea si Obama, en el marco de su campaña para el Change [Cambio], cerrara ese departamento propagandístico del Pentágono. Y claro que también debería de terminar las guerras coloniales de EE.UU., pero de momento no parece que esté muy convencido de esta necesidad.
Sheldon Rampton, el director del Committee on Media and Democracy [Comité sobre los Medios de Comunicación y la Democracia], que está seguiendo las actividades mediáticas del ejército, dice al respecto: "Tenemos un aparato tan masivo que el ejército intenta vendernos, que se ha hecho difícil preguntar si eso no es demasiado dinero o si no es exagerado. [...] A medida que la guerra se haya hecho menos popular, han venido juzgando necesario invertir más en ello."
Los líderes militares opinan que la información constituye un arma de la misma importancia que los blindados y fusiles en un tiempo en que los grupos extremistas tienen webs y distribuyen vídeos.
Colaboradores del Pentágono planean para este año distribuir 5.400 comunicados de prensa, 3.000 producciones televisivas y 1.600 entrevistas de radio (el doble de lo que produjeron en el año 2007), todo eso a traves del Joint Hometown News Service. Estas producciones son presentadas a los medios con los nombres de los autores/productores, pero sin indicación de sus títulos y cargos.
Aunque se permitan la publicidad y el reclutamiento, está definitivamente prohibido engañar la población estadounidense con propaganda. El director del Pentágono, Robert Hastings, sin embargo lo ve de manera diferente: "El papel de las relaciones públicas es ofrecerles la información, de manera que ustedes mismos puedan tomar una decisión fundada."
No obstante el inspector general del Pentagóno publicó un informe el 12 de diciembre de 2008 sobre unas investigaciones de las que resulta que tal vez se hayan cruzado los límites de la propaganda.
No me extrañaría nada si, aparte de toda esa
Quizás fuera una buena idea si Obama, en el marco de su campaña para el Change [Cambio], cerrara ese departamento propagandístico del Pentágono. Y claro que también debería de terminar las guerras coloniales de EE.UU., pero de momento no parece que esté muy convencido de esta necesidad.
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