martes, febrero 24, 2009

¿Luego diazepam en nuestra agua 'por nuestra seguridad'?

Quien todavía no se ha percadado de que todo el mundo (y no sólo en los Países Bajos, sino en toda la UE; y también fuera de ella, recordad p.e. la Acta Patriótica de la banda de Bush) cada vez es más controlado por los regímenes que se imaginan tener el derecho de mandar en nuestros países, más vale que vuelva al parvulario.

Lo único que tal vez no haya quedado claro para todo el mundo es lo mucho que ya engloba ese control - y lo mucho más que todavía podrá llegar a abarcar. Para quien quisiera una breve idea me refiero a mi artículo
¿Cuándo va a desaparecer el último resto de nuestra vida privada? del 10 de noviembre de 2008.

Hoy sólo quiero mencionar la más reciente amenaza, que viene del club policial europeo Eurojust [que no es más que un ordinario homólogo del FBI, uno de los servicios de espionaje estadounidenses]. Este club quiere investigar las posibilidades de interceptar las comunicaciones por el servicio de Skype (gracias al cual se puede telefonear por internet), ya que por lo visto cada vez lo utilizan más criminales. Este monitoreo del Skype es, según el portavoz de Eurojust, simplemente "el precio que hemos de pagar por nuestra seguridad". (Webwereld del día 20 de este mes)

Yo, coñ.., no quiero ninguna seguridad que ha de ser garantizado espionando a todo el mundo. Yo lo que quiero p.e. es una seguridad que impide que un automovilista bebido arranque un coche, que un sádico conduzca su coche por un pueblo a una velocidad de 100 km/h; que impide que los accionistas puedan chafallar con 'sus' empresas, arriesgando así que gran parte de la población pase al paro y en muchos casos a una amarga pobreza; una seguridad que permite que los enfermos sean tratados y -a ser posible- curados a tiempo, por la que los necesitados no tengan que estar en una lista de espera; y quiero políticos que no nos vendan por su agenda secreta, p.e. participando en guerras criminales, imponiéndonos una 'constitución' europea, rompiendo sus promesas una y otra vez. ¡Esta es la seguridad que quiero, y para realizarla no hace falta ningún repugnante espionaje!

Es curioso, por otro lado, que esta vez no se nos intente vender este espionaje con el cuento de la "lucha contra el terrorismo". ¿Acaso habrá comprendido la internacional neoliberal que nos estamos dando cuenta de que sí se nos cuenta muchas chorradas sobre el terrorismo y atentados desbaratados, pero que los detenidos en relación con esos atentados desbaratados casi siempre salen de su detención al cabo de poco tiempo (y en gran silencio), sin ninguna forma de juicio - y no sólo de los campos de concentración estadounidenses de Guantánamo. [No me refiero aquí a lo que el estado español llama el 'terrorismo' de ETA, ya que es algo que no se puede comparar con lo que Bush y sus cómplices inventaron.]

Por otro lado me he preguntado porqué la UE no nos manda añadir diazepam al agua potable (y a los refrescos). Está claro que lo único que quiere es que nos dejemos intimidar como unos dóciles corderos para que aún les cueste menos abusar de nosotros. Con ese diazepam todos nos convertiríamos automáticamente en zombis y se podrían ahorrar mucho dinero: ya no hará falta espiarnos ni combatir ese terrorismo imaginado y también desaparecerá la criminalidad...

Mirad p.e. lo fácilmente que ahora ya aceptamos que la banda de Balkenende no impide que los directores de los bancos sigan llenándose los bolsillos, que miles de millones del dinero contribuído por los contribuyentes se viertan en el pozo sin fondo del capitalismo quebrado con una facilidad inimaginable. Pensad en el hecho de que a la población neerlandesa no se le parece molestar que los miembros de la casa 'real' sigan despilfarrando exhibicionistamente el dinero retenido en nuestros salarios por el fisco en Mozambique y en el refugio de los nazis alemanes después de la II Guerra Mundial, Bariloche (Argentina).

Y no sólo tragamos eso, sino que además aceptamos el riesgo de que, al perder nuestro empleo por las maquinaciones criminales de los accionistas y demás delincuentes de cuello y corbata (¡y no olvidemos la complicidad de 'nuestros' regímenes de turno!)
seamos condenados a una prestación de desempleo que en estos últimos años se ha venido reduciendo; los sindicatos -temo- se dejarán chantajear a una congelación de los sueldos por el ministro llamado cristiano Donner de asuntos sociales (ver el NRC de hoy), mientras que el electorado se siente tranquilamente delante de sus televisores para pasar a otra dosis de telebasura, o al enésimo circo olímpico, y de tenis o fútbol.

Entretando he comprendido porqué no llegarán a meter el diazepam en nuestra agua. Si lo hicieran también lo consumirían los principales culpables del desastre capitalista, y así por supuesto ya no podrían gozar sádicamente de la continuada explotación de sus víctimas eternas, la clase obrera...

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