Otra ocasión en la que una gran parte de la población neerlandesa se entrega a los atributos de color naranja (y la alegría impuesta) es el día 30 de abril, el "día de la reina", en el pasado el cumpleaños de la anterior reina Juliana.
Esta fiesta sirve para convencer al pueblo de lo fantástico que es poder vivir en una monarquía. Cada vez también se aprovecha la ocasión para publicar los resultados de alguna encuesta a medias, que deberían de demostrar que la mayor parte de la población neerlandesa opina que tal vez el país bajo un presidente estuviera bastante peor (y 'por' conseguiente que todo el mundo está contento con la monarquía). Pues sí, y tal vez no, todo depende de cómo se formula la pregunta y cómo se interpretan las respuestas.
Además el 'día de la reina' es una oportunidad ideal para evitar que se selebre el Día del Trabajo el 1° de mayo ("¿Para qué? ¡Si ya tenemos un día libre el 30 de abril!")
Sin embargo la Confederación de Asociaciones de Orange [literalmente "naranja'; 'Orange' es el ficticio nombre de la monarquía neerlandesa; ver el último párrafo de mi artículo Además los neerlandeses son, aparentemente, estúpidos... del 30 de enero de 2009] opina que participa demasiado poca gente en la atmósfera de unidad nacional. Eso se debe -según ese club- al hecho de que las 'vacaciones de mayo' para la enseñanza básica y secundaria siempren incluye el día 30 de abril, y por lo visto hay mucha gente que aprovechan esas vacaciones para salirse del país y por ende no participan en la locura naranjista. Debido a ello no hay suficientes voluntarios para organizar las 'festividades' y "La dedicación de muchos voluntarios contribuye al sentimiento orangista y para la cohesión social en el país. Cada celebración en la que no hay una participación o insuficiente participación de voluntarios los perjudicará." Por eso piense esa Confederación que las vacaciones de mayo se tendrán que celebrar en otras fechas para que el 'día de la reina' sea una fiesta separada en su propio derecho. (Trouw, hoy)
Para decir la verdad, me puedo imaginar perfectamente que la gente prefiere pasar el 30 de abril fuera de los Países Bajos. Todo es mejor que tener que encerrarse en su propia casa para no ser molestado demasiado por la histeria colectiva orangista.
Además me pregunto si la falta de voluntarios tiene que ver con la coincidencia de la fecha con las vacaciones de mayo, o si todo señala que cada vez menos personas están dispuestas a dedicar su tiempo libre al ensalzamiento de un anacronismo de proporciones medievales... Por lo visto se tiene miedo de que cada vez más gente comprenda que esta clase de fiestas nacionalistas son trasnochadas. En muchas ocaciones tengo la impresión de que el consumo de alcohol tenga más importancia que las intenciones formales del día.
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