sábado, febrero 07, 2009

¿El eje italiano del mal puesto fuera de juego?

La muchacha italiana Eluana está, a consecuencia de un accidente de tráfico, en un coma desde el año 1992. Se la mantiene en vida artificialmente. Su cerebro sufrió tanto que nunca podrá volver a una vida normal y como ella misma había indicado en el pasado (después de que le pasara lo mismo a un amigo suyo) que no querría ser mantenida en vida artificialmene si le ocurriera lo mismo a ella, su padre ya lleva mucho tiempo intentando conseguir que le permitan morir dignamente. Hace poco el juez supremo italiano decidió que se podía terminar su alimentación artificial y su padre la trasladó a una clínica en Udine, donde los médicos quieren prestarle asistencia. (La Repubblica, 6 de febrero de 2009).

El dictatorial primer ministro italiano Silvio Berlusconi sin embargo no estaba de acuerdo y dictaminó un decreto, porque -en sus palabras- no podía llevar la responsabilidad por la muerte de Eluano. Con este decreto quería prevenir que se terminara la vida [¿vida?] de Eluana. (Trouw
, 6 de febrero de 2009)
El Vaticano
[la única auténtica dictadura europea] lo consideró un "acto muy valiente", pero el presidente italiano, Giorgio Napolitano, se negó a firmar el decreto, porque sería inconstitucional utilizar un decreto para cancelar la sentencia del juez supremo. Y mientras que el decreto no sea firmado por el presidente, no podrá entrar en vigor. (NRC, 6 de febrero de 2009)

El Vaticano mientras tanto está "consternado de que con todos estos enredos políticos será matado un ser humano". El cardenal Renato Raffaele Martino "tenía grandes expectaciones del decreto, por ser una manera directa de salvar una vida. [...] Todo lo que puede ser hecho para salvar una vida y para evitar que se introduzca por via indirecta la eutanasia en Italia se ha de intentar." (La Repubblica, 6 de febrero de 2009)

¿Y semejante club debería de representar al dios católico? ¿Un dios, que según la propaganda de la iglesia católica sería un dios de amor? Si ya existiera ese dios, seguro que no se dejaría representar por un grupúscolo de gente que se aferra a palabras muertas y que no se preocupa por la felicidad y la dignidad humanas. Tal dios, que según la doctrina católica sería omnipotente, desde hace mucho ya habría castigado a los abusones de su autoridad. Por consiguiente: ¡este dios simple y claramente no existe!

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