Este artículo fue publicado ayer por Antagonizer en el blog Zapruder Inc.
Mañana habrá llegado el momento: Barack Hussein Obama será investido como el 44° presidente de los EE.UU. Una investidura histórica, ya que será el primer presidente negro. Pero su asunción de la presidencia no es el único acontecimiento sin precedente. Puede que también sea el primer presidente que se compró la presidencia, teniendo en cuenta las enormes cantidades de dinero que despilfarró durante su campaña electoral. De los casi 800 millones de dólares que reunió con sus cuentos, gastó más de 700 millones en su campaña (aparentemente no se atrevió a repetir el truquito con los ordenadores
Este último domingo tuvo lugar la fiesta inaugural para el "presidente elegido" Obama y su vicepresidente Joe Biden. Pocas veces he visto algo de tan mal gusto. Era un show Hollywoodense de fácil consumición que estaba repleto de retórica histórica y respeto por la herencia de presidentes como Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt. Por supuesto se hizo hincapié en la historia de los negros en América, de su liberación (oficial) de la esclavitud hasta Rosa Parks que se negó a moverse a la parte de atrás del autobús donde tenían que quedarse los negros, y los sueños de Martin Luther King. También está claro que se evitó que sólo se mencionara a los negros, sino todas las razas y todos los que tan dócilmente habían votado por el 'change' [cambio]. Esto llevó a una curiosa mezcla de grandilocuentes citas históricas acompañadas por un acompañamiento musical aún más rimbombante y discursos cortos seguidos por actuaciones musicales de toda clase de artistas. Está claro que con esta combinación típica de heroísmo hinchado y genuino patriotismo la mitad de la población americano se estaba corriendo colectivamente delante de la tele.
Lo que más me llamó la atención y hasta me chocó fue que, con alguna excepción, todos los oradores fueran conocidos actores de Hollywood. Quiero decir: ¿qué jo*er tienen que ver con un acontecimiento político las estrellas de Hollywood? Pretendo para un momento que no haya descrito un poco más arriba la relación de "show business frente a política" y me pregunto en voz alta ¿qué en realidad tienen que ver los actores con la política? ¿Porque no escoger una selección más representativa de la población para que pronuncien ellos sus discursos? Asistentes sociales, estudiantes, amas de casa, polítocos locales, militares, personal de hospitales, bomberos, representantes del empresariado, trabajadores de fábrica (despedidos), personas del mundo de los medios de comunicación y gentuza de su clase, opiniadores y así podría continuar. Personas de todas las capas de la población, que desde su punto de vista podrían explicar porqué están tan contentos del nuevo presidente (como es su fiesta, no se oirían notas discordantes) constituyen un grupo mucho más representativo que una pandilla de actores sobrepagados que no saben lo que es trabajar de verdad, ¿no? También me llamó la atención que los actores no habían sido seleccionades por su erudición o su solidaridad social o política. No, más bien era como en los viejos anuncios de Benetton, en los que se veía un caleidoscopio completo de personas de todos los colores y gustos. Así también vimos aunos negros actuando, a un deslenguado desaseado (Jack Black), a un hindú (Kal Pen, que se especializa en películas de chistes verdes), a tías buenas mayores (Marisa Tomei), etc. Y todavía no he mencionado los actos musicales, para los que habían exhumado a unos artistas cadavéricos como John Mellencamp y Garth Brooks, para que también los americanos a los que les faltan unos cromósomos pudieran comprender que se trata de una fiesta. Y también estuvo U2. ¿U2? Pero son irlandeses ¿verdad? Sí, es cierto que no son americanos, pero doquier haya coqueterías no puede faltar el calentón de Bono para exhibir sus gafas de sol. "Suck Satan's cock, Bono! [¡Chupa la polla de Satanás, Bono!] habría dicho Bill Hicks...
Sea como sea, este espectáculo superficial y sobreproducido dejó ver claramente lo que podemos esperar para esta nueva presidencia: aún más espectáculos, aún menos contenido y aún mucho menos cambio. Muchos han dicho a posteriori que Bush fue el peor presidente porque encendió su país y grandes partes del mundo con su retórica bélica y su zoqueta política internacional, pero yo pienso que Bush sobre todo ha perdido el rumbo en las relaciones públicas. Por supuesto estos últimos ocho años se han caracterizado por mucha agresión abierta de EE.UU. - mientras que antes se prefería opera algo más sub rosa - y por un endurecimiento de la política cara al resto del mundo, pero Bush en realidad no se condujo mucho peor que Clintos antes y de lo que Obama hará después de él. El problema de Bush y su camarilla es que no fueran mediagénicos y les faltaba la astucia para manipular mejor la opinión pública. Apostaría la cabeza de que Obama se las arreglará de manera más lista.
No te equivoques: Obama seguro que no traerá el 'cambio' que EE.UU. y el mundo necesitan de verdad. Continuará enviando tropas a
Lo que sí hará diferentemente Obama es presentar un espectáculo efectista para disimular que sólo es la misma mierda que se les mete en la boca a la gente, como si fueran ocas en una productora de foie gras en Francia. Igual que en una película de Hollywood las marionetas en el escenario (político) cambian de cara y de color, pero detrás sigue habiendo los mismos productores, directores y prestamistas que ya estaban hace 25 años. Y si hay algo en lo que sobresale Hollywood es en el reciclaje de fórmulas de éxito.
Copiado con permiso del autor y traducido por Entrelector.
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