La comunidad internacional tiene que romper todas las relaciones con Israel, y si Estados Unidos no lo hicieran, también los EE.UU. habrán de ser aislados internacionalmente. Han de ser embargadas todas las posesiones del estado de Israel, también si se encuentran fuera de Israel. Este embargo también ha de incluir las propiedades de todos (políticos, lobbys, etc) que apoyan y han apoyado la colonización sionista de Palestina.
Estas propiedades han de ser subastadas y el producto de las ventas habrá de servir para que los Palestinos deportados puedan volver a su propio país, que se les pueda ofrecer buenas casas, una buena infraestrutura y posibilidades de una existencia digna. Ciertamente es necesaria una indemnización a los supervivientes de los que fueron asesinados por la agresión israelí y a los que a consecuencia de sus heridas han quedado inválidos.
Está claro que el país estará bajo un gobierno palestino y que se volverá a llamar Palestina. Los Israelíes que quieren permanecer en Palestina pueden quedarse, si el gobierno palestino está de acuerdo.
Y como último, los Estados Unidos habrán de ser sometidos a tutela para evitar que vuelvan a causar o apoyar directa o indirectamente una guerra, donde quiera que sea.
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