Bram Moszkowicz (abogado de mala fama, ¿de origen judío y/o israelí?) ha denunciado a Harry van Bommel y Sadet Karabulut (ambos parlamentarios del SP), porque según declara, habrían incitado al odio, a la discriminación y a la violencia durante la manifestación nacional contra los crímenes de guerra en la franja de Gaza (de Volkskrant ha copiado de la ANP que era una manifestación "pro-Hamas").
Moszkowicz dice que durante la manifestación también se oyeron eslogans anti-judíos y que - al no distanciarse de ellos Harry van Bommel y Sadet Karabulut - los apoyaron. (de Volkskrant de ayer).
No le va a preocupar mucho, pero yo también participé en esa manifestación (y conmigo miles de otros), pero no he oído el eslogan mencionado. Sí otro en árabe en el que aparecía la palabra "judío" ('yahud'), pero no sé lo que significaba el eslogan exactamente. Más aún, podría bien ser que en árabe "judío" y "israelí" sean sinónimos (al fin y al cabo es lo que también insinua la propaganda del estado de Israel), es algo similar a que muchos no parecen darse cuenta de que América y EE.UU. están lejos de ser lo mismo.
Está claro que Moszkowicz ha sido contagiado con la enfermedad israelí, lo mismo que la banda de Balkenende (y la prensa neerlandesa controlada). El principal síntoma de esta enfermedad es la pérdida de la comprensión de causa y consecuencia, el olvido de las causas iniciales y por consiguiente el ver las consecuencias como la causa de una consecuencia secundaria.
Los que llevan ya 60 años cometiendo crímenes de guerra y otras clases de violencia en Palestina son los que incitan a odio, discriminación y violencia. No son los Palestinos, sino los Israelíes, que creen - porque en un remoto pasado un personaje de un viejo libro de cuentos les hubiera prometido un país - tener el derecho de expulsar, asesinar o lo que sea a todos los que en su visión impiden la realización de su fantasía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario